Se trata de un procedimiento que desplaza el pelo que ya está en su sitio para rellenar la zona con poco o ningún pelo. Los médicos llevan realizando trasplantes de pelo en Estados Unidos desde los años 50. Sin embargo, las técnicas han evolucionado mucho en los últimos tiempos.

Suele realizarse en la consulta de un médico. El cirujano primero limpia el cuero cabelludo antes de inyectar un medicamento para adormecer la zona detrás de la cabeza. El médico seleccionará una de las dos opciones para el trasplante: la cirugía de tira de unidades foliculares (FUSS) o la extracción de unidades foliculares (FUE).

Al utilizar el FUSS, el cirujano toma una tira de piel de entre 15 y 20 centímetros del lado del cuero cabelludo. A continuación, apartan la tira y cosen el cuero cabelludo. Esta queda rápidamente cubierta por el pelo que la rodea.